Vistas de página en total

domingo, 12 de junio de 2011

¡Democracia Real Ya!


Para empezar voy a resumir el movimiento 15-M; quién lo promueve, qué pretenden, ...
Los "indignados", como los llaman los medios de comunicación, son personas de diferentes ideologías, reunidas libre y voluntariamente, para reivindicar la diginidad y la conciencia política. No representan a ningún partido, asociación o sindicato y quiren cambiar cosas importantes, como devolver el protagonismo de la política a los ciudadanos o pedir calidad democrática a los representantes políticos, sean del partido que sean. Exigen una democracia directa y participativa. Piden, entre otras cosas:

-- Una sociedad en busca de la igualdad, el acceso libre a la cultura y el progreso sostenible.
-- Protección férrea de los derechos básicos de los ciudadanos, como el derecho a la vivienda, la educación, el trabajo, la salud y el desarrollo personal.
-- El impulso de un gobierno transparente y honesto con sus votantes, elegido a través de votaciones directas en listas abiertas.
-- El fin del despilfarro institucional, plagado de privilegios para políticos profesionales y designación masiva de cargos a dedo.
-- La regeneración del debate político, con discursos basados en propuestas concretas y no en descalificaciones al contrario.
-- La retirada fulminante de candidatos imputados en delitos de corrupción y tráfico de influencias.


En los campamentos realizan diversas actividades; se hizo una "cacerolada" con motivo de la investidura de los cargos políticos murcianos, por ejemplo. Aquí os dejo el enlace para saber más sobre el campamento instalado en Murcia, con información actualizada.
http://acampadamurcia.blogspot.com/


En mi opinión, esta movilización es un golpe en la mesa para alcanzar esa democracia real, y un toque de atención muy serio para nuestros políticos. Representa el primer paso para devolver el protagonismo político a los ciudadanos, con propuestas que no son sólo razonables; son necesarias.


¡Basta ya de que nos traten como si fuéramos idiotas!
¡DEMOCRACIA REAL YA!

Juan Valero Martínez.

jueves, 12 de mayo de 2011

Carta del jefe indio de los Swamish al presidente Franklin de los Estados Unidos.



Para empezar voy a explicar brevemente el motivo de la carta. Los Swamish poseían el noroeste de los Estados Unidos, lo que hoy en día comprende al estado de Washington. Entonces el presindente estadounidense, Franklin, envía una oferta de compra al jefe indio de esta tribu. Esta oferta implicaba la venta de sus tierras y les garantizaba "un lugar donde pudieran vivr satisfechos". La carta la recibió el jefe Seattle en 1854 y responde al año siguiente.

El jefe indio responde de manera muy sutil, y pasa a considerar la oferta porque sabe que, en caso contrario, "el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomar nuestras tierras".

En la carta que escribe el jefe indio en respuesta a la oferta se pone de manifiesto la importancia que tienen las cosas para cada cultura. El indígena no concibe la venta de la naturaleza porque no le pertenece; le sorprende el hecho de que alguien piense que la puede comprar. Y esto le sorprende porque para su cultura, todo aquello que los rodea es sagrado; "la tierra no pertenece al hombre sino que el hombre pertenece a la tierra, y todas las cosas están relacionandas como la sangre que une a una familia". Sin embargo, para el estadounidense se trata de un territorio más, para explotarlo al máximo, y posteriormente pasar a conquistar el siguiente. Pero el jefe indio advierte; "Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo." Al hombre blanco no le importa un trozo de tierra porque no la ve como hermana, sino como enemiga.

Además añade; "El hombre blanco desprecia la Tierra una vez que la hace suya. La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos."

También se pone de manifiesto que el hombre blanco, al morir, "olvida" la tierra por la que ha pasado. Sin embargo, el pensamiento indígena es completamente opuesto, pues el jefe indio afirma; "Nuestro muertos nunca se alejan de la Tierra que es la madre".

En mi opinión, la situación actual es bastante parecida a la que aquí se nos presenta. Hoy prima mucho más el dinero y los intereses económicos que el medio ambiente y la naturaleza. La diferencia es que por aquel entonces la naturaleza estaba mucho mas a salvo que ahora lo que, en comparación, agrava nuestra situación. Y lo que dice el idígena de que el hombre blanco desprecia la tierra cuando la hace suya es exactamente lo mismo que pasa hoy en día con los caprichos del consumismo.



Juan Valero Martínez.

lunes, 2 de mayo de 2011

La historia de las cosas.




El vídeo de arriba empieza preguntando: "¿Sabes de dónde vienen las cosas que compramos y a dónde van a parar?"

Este vídeo nos resume el camino de un producto desde la extracción de la materia prima hasta el momento de su venta. A este proceso lo llamamos "la economía de los materiales". En el vídeo se explica, también, el porqué del precio de los productos ; cuanto más bajo y competitivo sea el precio, mejor se venderá el producto, en perjuicio de los que pagan realmente el coste del producto; trabajadores como mano de obra baratísima y expuestos a los tóxicos que se utilizan durante la producción. El medio ambiente también sufre las consecuencias de este proceso, pues es a él a donde van a parar las toneladas de desechos provocados por la compra masiva de cosas que, en muchas ocasiones, son meros caprichos prescindibles porque en realidad no los necesitamos, pero la sociedad en la que vivimos y los medios de comunicación nos hacen pensar que sí.

De seguir con este sistema de producción masiva en el que el dinero es lo importante, acabaríamos agotando los recursos naturales de los que disponemos antes de lo que pensamos. Esto último lo he puesto en condicional y no en futuro, porque está en nuestras manos el cambiar este sistema y no hay que pensar en que es imposible porque, así, si que será imposible.

¿Y por qué esta dictadura de los mercados sobre los gobiernos de los países?
Porque 51 de la 100 mayores fortunas del mundo son grandes empresas que pueden poner en jaque a los gobiernos estatales, los cuáles se ponen al servicio de esas grandes empresas o simplemente "las dejan hacer", abogando por el liberalismo económico en el que nos encontramos. Pues este es el momento de oponernos a este gran sistema. Se trata de un grave problema que nos concierne a todos porque es el planeta lo que está en juego.

Yo creo que la raíz del problema está en la "no intervención de los estados en los mercados", lo que nos está llevando a un descontrol mundial de producción y, a su vez, de consumo porque los Estados no establecen unos límites a las grandes empresas que simpre han querido, quieren, y querrán más y más y más...

Juan Valero Martínez.

La Ola


La ola es una película dramática alemana dirigida por Dennis Gansel, producida en el 2008 y protagonizada por Jürgen Vogel.
Esta película trata de un experimento social que realiza el profesor Rainer (Jürgen Vogel)durante una semana en la cual imparte un curso sobre Autocracia a los alumnos que quisieran matricularse. El primer día del curso les plantea la cuestión de si consideran posible otra dictadura en Alemania en la actualidad, a lo que contestan que no. Al acabar la semana se darían cuenta de que si es posible otra dictadura hoy en día y mas fácil de lo que pueda parecer. Un dato a tener en ceunta es que la película está basada en hechos reales.

Esto nos lleva a pensar, ¿qué hace que surja un movimiento fascista entre los alumnos, en este caso, o en la sociedad en general?
Yo creo que una de la causas es la necesidad de sentirse parte de un colectivo e identificarse con sus valores. Otro factor es la insatisfacción con el gobierno bajo el que se esté.

Para que un gobierno autocrático o dictatorial funcione es necesario que haya disciplina, homogeneidad entre los componentes del grupo (para lo cual se puede incluso llevar uniforme, como es el caso de la camisa blanca en la película) y, por supuesto, un líder.

La pregunta principal que nos plantea la película es si es posible una dictadura hoy en día; y la respuesta que nos da la película es que si.

Yo creo que es posible, básicamente, porque en la actualidad es muy fácil controlar a las masas (lo cual es fundamental en un gobierno autocrático) debido a la acción de los medios de comunicación.

La película nos hace ver que la democracia es una verdadera utopía y que lo ya conquistado hay que reconquistarlo día a día, para no retroceder a los errores pasados.

Juan Valero Martínez.

lunes, 7 de marzo de 2011

Formalismo ético.



Su representante es Kant, que estudió la doctrina de la moral y "buscó" su núcleo. La moral está relacionada con la acción y no somos dueños de todas las consecuencias de nuestras acciones, ya que hacemos cosas no obteniendo lo que se esperaba. Kant piensa que lo práctico y verdaderamente bueno que hay en nosotros es la buena voluntad moral, que se basa en un imperativo (como toda la moral); hablo del "imperativo categórico". Este imperativo se rige por una frase: "procura que lo que hagas se pueda convertir en ley universal". Eso quiere decir que las personas son un fin en si mismas, y no un medio para conseguir tal o tal cosa.
Kant afirma, también, que el fin no justifica lo medios. Desde esta postura ética, Kant piensa que el resultado de la acción es secundario, y si esa acción conlleva algún mal, dolor o injusticia se debe a la responsabilidad de los otros, que obran incorrectamente por maldad o ignorancia. A esta afirmación se opone el utilitarismo (defendida por J. Bentham y John Stuart Mill), que se rige por la felicidad del mayor número, y que afirma que lo que importa es el resultado de la acción, y que el fin a veces sí justifica los medios.
Yo opino que Kant es demasiado fiel a los principios, pero tampoco estoy de acuerdo con los utilitaristas. Es cierto que hay que tener en cuenta unos principios para realizar cualquier acción, pero no nos podemos olvidar tampoco del resultado de esa acción. Por lo que creo que hay que encontrar un justo medio y valorar para cada situación si se prioriza principio o consecuencia;ser prudente (como hace Max Weber, ya que son posturas ideales y poco comunes en la práctica). Además, yo me opongo a la afirmación utilitarista de la felicidad para el mayor número porque, ¿y si esa mayoría elige algo malo? ¿es que está justificada su opción por el hecho de ser mayoría? Desde luego que no. Cabe destacar un sistema utilitarista en la actualidad; la política (por desgracia), pues lo que mas anhelan los grandes líderes políticos es el poder y para llegar a él prometen a la gente lo que la gente quiere. "Si prometes lo que la mayoría desea, conseguirás el poder"; esta es la frase por la que (por desgracia) parece regirse la política actualmente, dejando de lado los principios de cada partido.
Por lo que soy partidario de que el fin no justifica los medios; pero según y cómo, ya que ser acérrimo de cualquier afirmación es caer en el dogmatismo.

Juan Valero Martínez.

Estoicismo.



Su representante mas importante fue Séneca, que afirmaba que la felicidad radicaba en la serenidad interior y la imperturbabilidad; mostrarse insensible ante el sufrimiento y las opiniones ajenas. A todo esto lo denomina Ataraxia. Y añadía que para alcanzar esa serenidad interior hay que dominar las emociones y no hacerse ilusiones con el futuro.

Yo pienso que Séneca se centra demasiado en el autogobierno y en la autosuficiencia de cada uno, dejando de lado (como Diógenes) la vida en sociedad. Opino que lo que menciona Séneca del autodominio está muy bien, pero debería servirnos para, después, contactar mejor con la gente que te rodea y no para apartarte de ella; porque el autogobierno ha de producirse antes que la vida en sociedad para saber abordarla mejor.

Juan Valero Martínez.

Cínicos.




Su representante mas importante fue Diógenes de Sinope (s. IV a.C.).
El oráculo de Delfos seguía la consigna cínica, pues decía "Conócete a ti mismo". Expulsado de Sinope, Diógenes conocío en Atenas a Artístenes, fundador del cinismo, que afirmaba que había que liberarse de los prejuicos sociales para convertirse en un ser libre "como un perro callejero". Diógenes defendía, pues, que la virtud consistía en abstenerse de las necesidades, llevándolo a la práctica viviendo en la calle. Y, además, apreciaba las privaciones como medio de rectificación moral.
También hay que destacar que Diógenes se consideraba ciudadano del mundo, un cosmopolita. Fue esclavo gran parte de su vida pero se consideraba feliz ya que apreciaba su libertad interior (practicaba la Autarkia; autoabastecimiento). También pensaba que el hombre no necesita nada personal, ya que todo "lo necesario" se daba en el nacimiento. Rechazaba las leyes públicas y retaba las tradiciones establecidas.
Pero, ¿Por qué ese miedo al placer? Yo pienso que evitar el placer representa el miedo a no saber ser responsable, a tener miedo a que se nos presente una circunstancia que nos tiente a hacer algo que no queremos hacer. Pero es que el placer no es siempre malo (como supone la austera vida de Diógenes) y, además, se nos puede presentar pero saber afrontarlo o negarse a él. Además, creo que Diógenes cae en el dogmatismo; es tan fiel al dogma de su maestro Artístenes que, en mi opinión, deja de lado a la sociedad, convirtiéndose en "asocial". Por lo que creo que su estilo de vida es respetable, pero no adoptable.

Juan Valero Martínez.

domingo, 6 de marzo de 2011

Utopía social.

El fin de mi utopía social consiste en hallar el modo de que toda la sociedad se respete, tenga dignidad, tenga unos mínimos para vivir, y unos mínimos para convivir pacíficamente.
El modo de hallar todo eso consistiría en establecer unos mínimos universales. Se podría pensar que eso de considerar unos mínimos universales es caer en el universalismo, ya que se regiría toda la sociedad por unos criterios básicos iguales a todo el mundo. Pero ese "universalismo" no sería nunca férreo, sino que estaría abierto a propuestas y al diálogo. Porque la base para que una sociedad funcione y se ponga de acuerdo se fundamenta en ese diálogo. Y ese diálogo ha de ser practicado por todos y dejando que todos lo practiquen (vive y deja vivir, "hakuna matata", dicho sea de paso), ya que nadie se puede excluir de la sociedad por su condición de ser humano. Y de ese diálogo se ha de pasar a la acción si todo el mundo está deacuerdo con lo propuesto o no perjudica a nadie.
Ya que uno de los pilares mas importantes para que haya una buena sociedad (si no el mas importante) es la educación (tanto educación escolar como moral), en mi utopía social jugaría un papel fundamental, instaurando unos valores humanos universales mínimos en las personas desde su niñez; porque es mejor y mas eficaz decirle a un niño que algo está mal antes de que lo haga (y que lo interiorice) que corregirlo.


Juan Valero Martínez.

El Amor.

El amor es el sentimiento del que parten el resto de sentimientos buenos, pues está presente en cada acto bueno que se comete.
La gente suele pensar en el amor como algo sólo en pareja, pero no hay que olvidar que todos queremos a mucha gente, y ese "querer" es amor. Todo lo puedes con amor. Y, además, no hay nada negativo ni malo si hay amor; si hay verdadero amor.


Juan Valero Martínez.

domingo, 6 de febrero de 2011

Hedonismo.

El hedonismo es la teoría ética creada por Epicuro, que tiene como máxima representación de la felicidad al placer. Pero la búsqueda de ese placer ha de hacerse mediante la reflexión. Porque Epicuro no busca un placer inmediato, sino un placer a más largo plazo. Para ello ha de tenerse en cuenta que el placer no produzca un dolor mayor que el propio placer. Para Epicuro, la felicidad se basa en disfrutar de las cosas sencillas, en la independencia económica y en la amistad.
Pero en la actualidad, muchos de los “placeres” se nos presentan muy a menudo en la publicidad, disfrazados de necesidades (cuando no son otra cosa que meros caprichos).




Aquí tenemos un claro ejemplo de anuncio que intenta manipular los deseos, creando necesidades desde el punto de vista del que nos vende la moto (en este caso el coche), pero que no salen de nosotros mismos; lo que demuestra que no son necesidades reales.
Así que, ¡Mucho cuidado con lo que deseas!
PORQUE LA DIVERSIÓN NO ESTÁ EN UN COCHE.
Juan Valero Martínez.

Eudemonismo.



Aristóteles es quien incluye una nueva área de conocimiento; la ética, que es una reflexión de la acción humana en busca de la libertad. Y para ello tenemos que desarrollar las virtudes, es decir, los hábitos que nos dan fuerza, frente a la debilidad, que es el vicio. Además, las virtudes están en el justo término medio, entre el exceso y el defecto. Y ese justo medio ha de verse en la práctica, mediante la visualización de modelos.
La reflexión sobre la acción y la virtud no es solo teórica, sino que busca modelos en la vida práctica.
Aristóteles también afirma que la humanidad ha de buscar un objetivo o finalidad, que es la felicidad.
Después del resumen se nos plantean varios interrogantes: Si es cierto que los modelos son personas reales, ¿qué modelos nos da la sociedad? Y ¿quién me sirve a mí de modelo?
Para empezar, un modelo se fundamenta en uno o varios valores. Hoy en día los valores que priman son, en gran parte, de carácter superficial, como la belleza. También priman otros valores como la fama, el dinero (este está casi siempre), la imagen,… La sociedad nos transmite estos valores a través de modelos de personas que monopolizan los medios de comunicación, en la publicidad,… y los tomamos como punto de referencia respecto a ese valor del que son estandarte.
A mí me sirven de modelo, como a casi todo el mundo, la gente que sale en televisión, que hace publicidad, o que son famosos gracias a su profesión. Pongamos un ejemplo: Roger Federer; representa en el mundo del tenis (y del deporte) un icono o modelo de elegancia, clase,… Entonces una determinada marca lo contrata para su campaña publicitaria para que, al comprar ese producto, se crea uno elegante o cualquier otra cosa (porque el que contrata al famoso parte de la idea de que éste sirve de icono a la sociedad). La prueba de que éste es un icono o modelo de un determinado valor es que esa publicidad funciona.
Juan Valero Martínez.

Intelectualismo moral.



La base del intelectualismo moral se sitúa en la relación de los siguientes conceptos: sabiduría, virtud y felicidad.
Sócrates afirma que la mayor felicidad es ser justo.
Sócrates afirma, además, que la virtud no solo es el conocimiento del bien, sino también la práctica.
También dice que ser criminal es lo mismo que ser ignorante; se es criminal por ignorancia. Se podría pensar que la gente que obra mal saca provecho de su ignorancia, pero al perder el poder o el dinero obtenido de su “aprovechamiento” de la ignorancia, no les queda nada, salvo el recuerdo de la sucia manera con la que lo consiguieron.
La ignorancia se fundamenta en el desconocimiento del bien. El hombre, de hecho, solo puede querer su propio bien, y los que cometen injusticias se hacen daño, sobre todo, a ellos mismos.
Sócrates termina diciendo que aquél que conoce el bien no va a elegir el mal si realmente sabe lo que le conviene. Ese saber no es un saber teórico, sino fundamentalmente práctico; se conoce realmente el bien cuando se practica, alcanzando, así, la virtud.
Todo esto nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿Es imposible hacer el mal si se conoce el bien?
Yo pienso que el que hace el mal “conociendo el bien” (creyendo que lo conoce cuando no es así) está confuso; conoce el bien pero no lo practica; sabe qué es, pero no cómo hacerlo. Esta clase de personas se limitan al saber teórico del bien, y no saben que ese saber teórico es un mero instrumento para el bien real; el bien práctico. Y no lo saben por ignorancia. Pero esta ignorancia no es absoluta, es decir, saben en qué consiste el bien pero no lo llevan a cabo porque no se dan cuenta realmente (por ignorancia) que el mal se lo hacen fundamentalmente a ellos. Cuando se den cuenta obrarán bien, habiendo hallado la virtud, que los convierte en justos y, gracias a ello, en felices.
Juan Valero Martínez.