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lunes, 7 de marzo de 2011

Formalismo ético.



Su representante es Kant, que estudió la doctrina de la moral y "buscó" su núcleo. La moral está relacionada con la acción y no somos dueños de todas las consecuencias de nuestras acciones, ya que hacemos cosas no obteniendo lo que se esperaba. Kant piensa que lo práctico y verdaderamente bueno que hay en nosotros es la buena voluntad moral, que se basa en un imperativo (como toda la moral); hablo del "imperativo categórico". Este imperativo se rige por una frase: "procura que lo que hagas se pueda convertir en ley universal". Eso quiere decir que las personas son un fin en si mismas, y no un medio para conseguir tal o tal cosa.
Kant afirma, también, que el fin no justifica lo medios. Desde esta postura ética, Kant piensa que el resultado de la acción es secundario, y si esa acción conlleva algún mal, dolor o injusticia se debe a la responsabilidad de los otros, que obran incorrectamente por maldad o ignorancia. A esta afirmación se opone el utilitarismo (defendida por J. Bentham y John Stuart Mill), que se rige por la felicidad del mayor número, y que afirma que lo que importa es el resultado de la acción, y que el fin a veces sí justifica los medios.
Yo opino que Kant es demasiado fiel a los principios, pero tampoco estoy de acuerdo con los utilitaristas. Es cierto que hay que tener en cuenta unos principios para realizar cualquier acción, pero no nos podemos olvidar tampoco del resultado de esa acción. Por lo que creo que hay que encontrar un justo medio y valorar para cada situación si se prioriza principio o consecuencia;ser prudente (como hace Max Weber, ya que son posturas ideales y poco comunes en la práctica). Además, yo me opongo a la afirmación utilitarista de la felicidad para el mayor número porque, ¿y si esa mayoría elige algo malo? ¿es que está justificada su opción por el hecho de ser mayoría? Desde luego que no. Cabe destacar un sistema utilitarista en la actualidad; la política (por desgracia), pues lo que mas anhelan los grandes líderes políticos es el poder y para llegar a él prometen a la gente lo que la gente quiere. "Si prometes lo que la mayoría desea, conseguirás el poder"; esta es la frase por la que (por desgracia) parece regirse la política actualmente, dejando de lado los principios de cada partido.
Por lo que soy partidario de que el fin no justifica los medios; pero según y cómo, ya que ser acérrimo de cualquier afirmación es caer en el dogmatismo.

Juan Valero Martínez.

1 comentario:

  1. Me impresiona tu visión sobre el mundo, tenemos que tener tu y yo una charla sobre el fin y los medios (¿te suena de algo?) jajaja.

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