Sartre afirma que estamos condenados a ser libres, siendo absolutamente responsables de nuestros actos, que irán forjando nuestra vida; la vida del ser para-sí.
En mi opinión es un acierto que se nos dé toda la responsabilidad como seres humanos, huyendo de los determinismos y del cobijo que el marco moral de Dios nos daba. Pero pienso que se podrían matizar algunas cosas. Creo que deberíamos cambiar el " estamos condenados a" por un "tenemos la suerte/desgracia de"; la forma en que lo dice parece una imposición (que lo es en cierto modo), de la otra forma parece menos impositivo. Ser libre sería una suerte para aquellos que se enfrentan a la realidad y se hacen cargo de ello, y sería una desgracia para aquellos que se aferran a cosas (determinismo, moral cristiana) que sustituyen a su responsabilidad, sintiéndose muy cómodos de este modo.
También dice Sartre que el hecho de huir de nuestras responsabilidades constituye un acto de mala fe. Pero pienso que hay mucha gente que huye de su responsabilidad pero sin constituir un acto de mala fe; "simplemente no actua bien porque no conoce realmente el bien" (como diría el intelectualismo moral de Sócrates); es una especie de inconsciencia producida por múltiples motivos como la educación que haya tenido la persona, así como su entorno, ... Aún así, ¿Podemos culparle? sí y no; que él no sepa que es responsable de sus actos no quita que realmente lo siga siendo, es objetivamente culpable. Pero esta culpabilidad es "inducida", es decir, está condicionada por el desarrollo personal de cada uno (entorno, familia, situación económica, la educación recibida...). Es por esto que Platón le da tanta importancia a la educación; "individuo y sociedad se complementan, si el individuo no funciona bien repercutirá sobre la sociedad", por lo que los individuos deben estar bien educados (en sentido platónico) para formar una buena sociedad.
Juan Valero Martínez.
Muy bien, Juan. Felicidades por tu blog. Ha sido estupendo compartir contigo tus pensamientos en Si menor. Que la libertad te de alas para hacer del proyecto de tu vida una fabulosa Sinfonía.
ResponderEliminarSuerte.
María José